jueves, 30 de septiembre de 2010

Poema VII- Del libro "Encerrada entre libertades."

La nube suelta nieve
en el canto del viento.
Sobre el mar,
un pájaro se encresta
en sobrio remolino.
Las ramas arañan el aire.
El cielo se hace gris
y el ave borda rayos
tras el telón del horizonte inquieto.


Tiempo de dormir,
de acostar sueños,
de esperar besos en los párpados.




Mar del Sud

El mar se dibuja en mi pupila,
guarda insomne la ternura
del recuerdo.
Olas y desolas.
Chasquidos que relumbran.
Ocaso de un tiempo marginal,
vivificador de estíos.
Ondulación de los silencios
en la oscuridad del turbio grito
asoma azul.
En el brillo de mi piel grazna el viento,
ruge sobre piedras, exulta impotencias.
Manso requiebro.
Apenas vislumbro
una parte sutil de la existencia.
Cada gota te despeina diferente
el bullicio de la costa
se torna arullo sobre tu cresta.
Recoges y guardas historias olvidadas.
Punzante latido en las sienes,
sombra accidental en la quietud,
gajos de piedras, polvo amarillo.
Lames un llanto
que solo perciben mis ojos de mar.

                                                                                 




Playa de Mar del Sud. Foto Mariana Boh



.

Poema XIV

Trina la lluvia
cuando las aves lloran
entre las nubes.
¿Dónde estas, mundo?

                              Aqui, mirando el cielo.
Maravillado.


Poema I

Dueña del otro tiempo,
del otro espacio,
vivió en cavernas figuradas.
Caminó la lentitud
grisácea del cansancio
para ver
el revés de la nubes,
un día sin horas,
el decurso del mil segundos,
la sombra de una brizna,
la copa cansada de un árbol,
los hombres y los nombres,
las arterias vitales,
el costado apagado del sol.

Sola
en el borde la intemporalidad,
en el borde de la luz
que la refleja
                                 sola.